La muerte de Magda Patricia Muñoz Montilla, de 44 años, se confirmó después de una lucha prolongada en la Unidad de Cuidados Intensivos, donde permaneció varios días tratando de recuperarse de las graves heridas que le causó su exesposo la noche del 31 de octubre en un restaurante del norte de Pasto.
El deceso de Muñoz Montilla se registró en las últimas horas y reavivó el llamado hacia las autoridades a reforzar las acciones contra la violencia de género en la región.
Desde su ingreso al centro asistencial, el pronóstico médico de Magda Patricia fue reservado. Los impactos de arma de fuego comprometieron órganos vitales, lo que obligó a intervenciones continuas y manejo clínico intensivo. Pese a los esfuerzos del equipo médico, su cuerpo no resistió más.
En el mismo ataque murió su hijo, Sebastián Mora Muñoz, estudiante de medicina, quien recibió varios disparos y no logró sobrevivir a la cirugía de emergencia. Su muerte se produjo pocas horas después de llegar al Hospital Universitario Departamental de Nariño, Colombia.
Así ocurrió el brutal ataque
El ataque ocurrió en un restaurante ubicado en la avenida de los Estudiantes. Según versiones de testigos, el exesposo de Magda Patricia, identificado como el coronel (r.) Ariel Mora Rodríguez, habría citado a ambos a una reunión en el lugar. Minutos después, y sin que hubiera señales previas visibles para quienes se encontraban allí, se escucharon los disparos.
Muchos clientes creyeron inicialmente que el sonido provenía de elementos pirotécnicos usados en la decoración de Halloween. Sin embargo, el desconcierto se convirtió en pánico cuando se evidenció la gravedad de la situación. Varias personas buscaron refugio dentro y fuera del establecimiento.
Tras el ataque, Mora Rodríguez escapó en un taxi y, en el transcurso del trayecto, se quitó la vida. La Fiscalía y la Policía recopilan testimonios, imágenes y análisis periciales para establecer la cronología exacta de los hechos y determinar si el caso se configurará como feminicidio, dada la relación previa entre la víctima y el agresor.
La tragedia generó una ola de mensajes de solidaridad hacia la familia afectada. Instituciones locales, como la Alcaldía de Pasto, expresaron su rechazo a cualquier forma de violencia contra la mujer y pidieron celeridad en las investigaciones.
