El recrudecimiento de la violencia en el norte de Antioquia, Colombia, volvió a dejar un doble homicidio que evidencia la brutalidad con la que actúan los grupos armados ilegales en disputa por el control territorial. Dos mujeres de 18 años fueron asesinadas por presuntos integrantes del Clan del Golfo, luego de que estos les revisaran sus teléfonos celulares y hallaran supuestas conversaciones con miembros del frente 36 de las disidencias de las Farc.
Según confirmó El Colombiano, los hechos se registraron en distintos puntos del departamento, con pocas horas de diferencia. La primera víctima fue Yorjani Tapias Gaviria, quien fue hallada muerta en una zona boscosa de la vereda La Paulina, en el corregimiento de Puerto Valdivia, jurisdicción de Valdivia, a una hora y media del casco urbano. De acuerdo con el reporte de las autoridades, la joven tenía dos heridas de bala en la cabeza, y su teléfono móvil no apareció en la escena del crimen, lo que refuerza la hipótesis de que sus atacantes se lo llevaron tras interceptarla.
Horas después, en la vereda El Cedro, del municipio de Yarumal, fue encontrado el cuerpo sin vida de Yónica Orozco Herrera, también de 18 años. Al igual que en el caso anterior, su cadáver fue hallado en una zona boscosa y presentaba múltiples impactos de arma de fuego. Su celular tampoco fue encontrado en el lugar.
El comandante de la Policía Antioquia, coronel Óscar Mauricio Rico, confirmó que las investigaciones apuntan a que las jóvenes fueron asesinadas por el Clan del Golfo tras descubrir comunicaciones con miembros de otra estructura armada. “Ubicaron conversaciones con integrantes de otra estructura criminal y creeríamos que bajo esa premisa fue el motivo por el cual ultimaron a estas jóvenes. Lamentable que se esté enfrentando en estos jóvenes de 18 años una situación, una confrontación de especialmente por línea de mando a los cabecillas principales”, señaló el oficial.
De acuerdo con los organismos de inteligencia, este doble homicidio estaría relacionado con una nueva directriz emitida por el bloque Roberto Vargas Gutiérrez del Clan del Golfo, a través del frente Jorge Arboleda, que mantiene una férrea disputa por el control del norte de Antioquia con las disidencias del frente 36 de las Farc.
El máximo cabecilla del Clan del Golfo en esta zona sería José Gonzalo Sánchez Sánchez, alias Gonzalito, quien habría ordenado atacar a cualquier persona sospechosa de colaborar con las disidencias. Del otro lado de la confrontación se encuentra Néider Yesid Uñates López, alias Primo Gay, jefe del frente 36, estructura que también busca afianzarse en municipios estratégicos de esta región.
La violencia entre ambos grupos ha provocado múltiples desplazamientos forzados en al menos cinco municipios, siendo el caso más crítico el de Briceño, donde más de 2.000 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares durante una semana por los enfrentamientos.
Las autoridades del departamento indicaron que se adelantan operativos de control y prevención en las zonas más afectadas por el conflicto, con el fin de evitar nuevos ataques, especialmente contra mujeres y jóvenes, quienes se han convertido en víctimas de esta guerra sin tregua que azota el norte antioqueño.
