Desconsuelo, rastros de sangre y muchas dudas fue lo que dejó la aparatosa muerte de Luis Alberto Morales Sandoval, conocido como Titi. En su familia, además del luto, reina la incertidumbre por las circunstancias de un accidente de tránsito que sacudió al barrio Aguascalientes, en la ciudadela La Libertad, Colombia.
Sus últimos momentos fueron, al parecer, agradables. Estuvo en el centro comercial Bolívar, donde compartió unas cervezas con algunos amigos la noche del pasado domingo. Sin embargo, iniciando la madrugada de ayer, 3 de noviembre, decidió regresar a su casa, donde lo esperaba su esposa.
El ingeniero de sistemas de profesión nunca logró llegar, aunque estuvo muy cerca. El trayecto era de poco más de dos kilómetros, pero el alcohol, la velocidad, la falta de medidas de protección y un hueco en la vía se combinaron para provocar un accidente fatal.
El choque
Eran aproximadamente las 1:15 a.m. cuando Titi, a bordo de su motocicleta Yamaha FZ, placa YES 22E, se desplazaba a alta velocidad por la avenida 16, donde quedaba su vivienda. Las cuadras iban quedando atrás ante su prisa por llegar, pero entre las calles 28B y 29 ocurrió la tragedia.
Metros antes de llegar al conocido ‘cruce de la 29’, hay un hundimiento en el asfalto que, según vecinos, podría haber sido clave en el siniestro. Algunos testigos aseguran que vieron cómo el manubrio de la moto se tambaleó justo en la esquina.
Esto habría sido producto de una maniobra brusca al intentar retomar el control después de pasar por el hueco. Lo siguiente estremeció a todo el barrio: el hombre fue a dar contra la reja exterior de una vivienda, provocando un estruendo que interrumpió el sueño de los vecinos.
Su cabeza chocó con fuerza contra la parte izquierda de la reja, lo que hizo que cayera aparatosamente al suelo. Quedó tendido sobre el asfalto, con graves laceraciones en la frente, de donde comenzó a brotar abundante sangre.
La moto, en cambio, no impactó directamente contra el muro, sino que siguió su recorrido y terminó chocando contra otra motocicleta que estaba parqueada, dejando restos de ambas carrocerías esparcidos por la calle.
¿Juancho?
El ruido despertó no solo a los habitantes de esa casa, sino también a los de las viviendas vecinas. Cuando salieron a ver qué había ocurrido, encontraron una escena confusa: sobre el cuerpo de Titi, quien vestía una camiseta blanca, había dos jóvenes que lo sacudían mientras le decían repetidamente: “Juancho, levántese”.
Al ver que no reaccionaba, los dos hombres se montaron en otra motocicleta y se marcharon del lugar sin prestarle ayuda ni revelar quiénes eran. Fueron los vecinos quienes intentaron auxiliarlo, pero ya era demasiado tarde. Tras un último quejido, su vida se apagó.
Una ambulancia llegó minutos después, pero los paramédicos confirmaron que no había nada que hacer. El golpe en la cabeza y las lesiones en el cuello le causaron la muerte de manera instantánea.
Las dudas
Los testigos se fueron a dormir creyendo que el fallecido se llamaba Juancho, como lo llamaban los desconocidos. Sin embargo, sus familiares aseguran que nadie le decía así, lo que aumenta el desconcierto.
No entienden quiénes eran esos jóvenes ni por qué lo llamaban de esa forma. Una de las hipótesis que manejan es que pudo haber sido víctima de un hurto.
Según denunciaron, no aparecen una manilla de oro ni un reloj que Titi llevaba puestos la última vez que fue visto con vida. Esto hace pensar que los extraños pudieron haberlo seguido para robarlo y que, en medio de un intento desesperado por escapar, perdió el control de la motocicleta.
En la zona hay muy pocas cámaras de seguridad, lo que dificultará la reconstrucción de los hechos. Entretanto, los vecinos coinciden en que ese punto, el ‘cruce de la 29’, suele ser escenario de accidentes por la falta de señalización, la ausencia de cultura vial y la imprudencia de los conductores.
