
El comunicador considera clave aclarar que no hubo otros factores externos que causaran la implosión.
Julio Martínez Pozo expresó su opinión sobre la investigación del colapso del techo del centro nocturno Jet Set, ocurrido el pasado 8 de abril, y que dejó un saldo de 231 personas fallecidas y decenas de heridos.
En declaraciones públicas, el comunicador enfatizó la necesidad de que las indagatorias descarten de manera definitiva cualquier hipótesis que implique causas distintas a las estructurales.
“Yo creo que, entre las cosas que tenemos que descartar y que tienen que quedar fuera de toda duda en esta investigación, es que no se presentara ningún otro elemento que haya producido la implosión que provocó el derribo del techo, en una forma en la que un techo no se derriba”, afirmó Martínez Pozo.
Sus palabras apuntan a que el colapso de la estructura debe analizarse estrictamente desde el punto de vista técnico, eliminando cualquier sospecha o especulación sobre la intervención de factores externos que pudieran haber provocado una implosión o derrumbe intencional.
Martínez Pozo también comentó que las autoridades han declarado públicamente haber golpeado de manera significativa al crimen organizado, pero que hasta el momento no se ha observado una respuesta visible por parte de esas estructuras delictivas.
En ese sentido, mencionó la posibilidad de que el crimen organizado esté vinculado con un atentado al centro nocturno Jet Set.
Este señalamiento agrega otra dimensión al debate público sobre las causas del colapso, aunque el comunicador insistió en que cualquier conclusión debe basarse únicamente en pruebas objetivas, dejando de lado especulaciones no sustentadas.
Según el comunicador, es fundamental que este aspecto quede claramente establecido para dar mayor transparencia y credibilidad al proceso investigativo.
El comentario se suma a una serie de voces que han manifestado su preocupación por la claridad de la investigación, en medio de informes técnicos preliminares que señalan la corrosión, el deterioro del concreto, la cercanía al mar y un incendio previo en 2013 como posibles causas del colapso.
Especialistas en estructuras han explicado que el techo presentó un desgaste progresivo en sus componentes, lo que habría contribuido al desplome.
Hasta el momento, la investigación oficial continúa en desarrollo, con equipos técnicos evaluando restos estructurales, tomando muestras de concreto y simulando modelos digitales para determinar el origen exacto del fallo.
Asimismo, persisten los esfuerzos por obtener más documentación técnica, ya que no se dispone de los planos originales del edificio.
Julio Martínez Pozo resaltó la importancia de que cualquier conclusión final esté basada en hechos verificables y respaldados por peritajes técnicos.
Su declaración refleja una postura que coincide con la de sectores de la opinión pública que exigen un proceso investigativo riguroso, sin cabida para suposiciones no sustentadas.
Las autoridades aún no han emitido un informe final sobre el caso, mientras familiares de las víctimas, expertos y representantes de derechos humanos siguen atentos a los avances de la investigación.